miércoles, 21 de enero de 2009

De antemano sabemos


Cada vez que Pinto abandona su ciudad muere. Y en esa transición su estela es permeable a cualquier tipo de código. Son 6 las aeromozas que representan lo artificial que es moverse. Una persona a un lado, siete al otro. Pinto pinta montañas y playas antes de que le sean negadas por el pavimento del Eixample. El palacio que lo espera es lo más parecido a un enchufe en otro continente.
- acaso existen los contrastes?
Pinto entra a una perfumería en busca de Rochás para refugiar su olor en un pomo de cristal. Allá su papá y su inmensa espalda duermen, su mamá y su hermosa sonrisa lo llaman pero no hablan. El viajar es pararse en una pendiente de la cual nadie conoce su caída, es esperar de nuevo una tropa de asalto, una tropa moldeada por curbaturas diseñadas bajo el ojo de dios.
Pasan de nuevo 6 aeromozas.

Barajas, Madrid-Barcelona, 2009.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mola mogollon!

nos vemos hoy

Elsie Ralston dijo...

Nos recomendaste, oh.
:)