Próximamente hablaré un poco de Sexto y de los tan peculiares habitantes de BarcosBlancos.
Africa,
En nombre de tus ojos se va corrompiendo mi voluntad que creía férrea. Y mientras mi memoria se va derritiendo, mis sentidos se van volviendo uno. Así, comenzé a mirarme al espejo para penetrarme y no pude, fué tu presencia. Y ahora los cierro y los vuelvo abrir pero apareces distinta: llevas el vestido que te regalé cuando cumpliste siete, cuando aún eras imágen viva, cuando aún tenías dos ojos.
Sexto.
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